viernes, 16 de octubre de 2015

Características del Modelo Interpretativo Cultural y su Utilidad Gerencial

Este modelo busca, comprender los procesos de aprendizajes, enseñanza e interacción de  los y  las estudiantes y docentes, aplicando el contexto a la realidad y la práctica educativa. La escuela tiene por misión poner a disposición del niño o el adolescente una selección del capital intelectual, emocional y técnico con el que cuenta la sociedad para introducir a los niños y jóvenes en un cuerpo de conocimientos, actitudes y capacidades técnicas que constituyen un patrimonio social reconocido y, las culturas, el contenido de la educación es transmitido, aprendido y compartido.  Según Granata (2001), el planteamiento actual acerca de la responsabilidad de formar en una educación en y para la diversidad y la equidad, requiere de una nueva concepción que considere la incorporación de competencias en cuanto a conocimientos socialmente significativos.
Por ello, según Cárdenas (2002), uno de los pilares teóricos de mayor peso está en los avances logrados por el proceso de inclusión, en el sentido de que la respuesta educativa a la diversidad y equidad es tal vez el reto más importante y difícil al que se enfrentan en la actualidad los docentes. Esta situación obliga a cambios radicales, si lo que finalmente se pretende es que todos los estudiantes, sin ningún tipo de discriminación, consigan el mayor desarrollo posible de sus capacidades personales, sociales e intelectuales.
En conjunto, este enfoque representa la concepción de la vida organizativa como una realidad significada, interpretada y vivida con una cierta ambigüedad por las personas que la integran. Se reconoce, así, la existencia de una cultura que es conformadora y que queda conformada por la realidad organizativa: es la cultura escolar de la que hablan autores como, por ejemplo, Saranson, Berg y Wallin o Saphier y King.
En consecuencia, este enfoque considera las organizaciones como una creación social producto de la interacción de personas que se movilizan de acuerdo con sus concepciones y supuestos personales. Se interesa por el significado de las acciones sociales, al considerar que la realidad está constituida por imágenes que la mente de las personas crea y a las que concede autoridad.
            Para finalizar  como lo sostiene j. Dewey que la educación no es solo un proceso reproductor de una serie de saberes y valores definidos y estático sino n proceso permanente de reconstrucción de los conocimientos y de los intereses de los individuos pariendo desde su contexto en esa perspectiva, no acepta identificar el currículo escolar con la transmisión de un disciplina académica o de un conjunto de valores y hábitos estables  sino como un proceso abierto gracias al cual el niño puede reconstruir su experiencia al mundo

MARILU CONTRERAS

C.I.V- 12.442.39

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